Versión escrita del comentario a Exterminio 2 ó 28 Weeks Later, realizado en Los Tenores de Radio UC el 29/08/07:
Lo único que explica la existencia de esta película es que Danny Boyle se quedó sin plata y en un despliegue creativo inventó una secuela en la que para no quedar mal, sólo figura como productor ejecutivo, dejando como chivo expiatorio a un director relativamente desconocido: Juán Carlos Fresnadillo. En una parada a lo Steven Spielberg y esas originales secuelas de Jurassic Park, aunque Spielberg no las hace por necesidad, sino que para enriquecerse más.
Aclaro que la primera Exterminio me gustó harto y que su final abierto se presta para una segunda parte, siempre que se mantengan los personajes, algo que no ocurre en esta secuela, quedando como lazo entre ambas historias el virus de la Ira desatado en la primera película.
Acá conocemos la evolución de la infección 28 semanas después de que se propagó y en un patético enchulamiento al argumento de la cinta anterior, vemos cómo el error de un hombre puede ser fatal para la humanidad. Ese hombre lo interpreta Robert Carlyle, que da la impresión de que lo contrataron para subirle el pelo al asunto, pero que se les acabo el presupuesto y no les quedó otra que matarlo de repente. El resto de la película es una versión charcha de Los Niños del Hombre mezclada con Tom y Jerry.
Si Exterminio es considerada de culto, creo que se debe a que logró darle una vuelta de tuerca a las películas de zombies, adoptando sus códigos, pero privilegiando la historia. Independiente a que el mensaje de la cinta era como: los ecologistas valen callampa y el product placement la lleva… en fin.
Lamentablemente Exterminio II es un retroceso en el género. El argumento es tan débil que la película apenas tiene diálogos y se sostiene en la acción: Corren para un lado y aparece un humano infectado, corren para el otro y aparecen infectados nuevos y se llevan en esa harto rato. Lo que al final cansa a los actores que no paran ni a tomar agüita, pobres hombres, y también al público, porque se pierde cualquier tensión al no haber sorpresas.
La recomendación es a exterminar esta película de su panorama y a que se gasten las lucas en arrendar la precuela que está mucho mejor.
Aclaro que la primera Exterminio me gustó harto y que su final abierto se presta para una segunda parte, siempre que se mantengan los personajes, algo que no ocurre en esta secuela, quedando como lazo entre ambas historias el virus de la Ira desatado en la primera película.
Acá conocemos la evolución de la infección 28 semanas después de que se propagó y en un patético enchulamiento al argumento de la cinta anterior, vemos cómo el error de un hombre puede ser fatal para la humanidad. Ese hombre lo interpreta Robert Carlyle, que da la impresión de que lo contrataron para subirle el pelo al asunto, pero que se les acabo el presupuesto y no les quedó otra que matarlo de repente. El resto de la película es una versión charcha de Los Niños del Hombre mezclada con Tom y Jerry.
Si Exterminio es considerada de culto, creo que se debe a que logró darle una vuelta de tuerca a las películas de zombies, adoptando sus códigos, pero privilegiando la historia. Independiente a que el mensaje de la cinta era como: los ecologistas valen callampa y el product placement la lleva… en fin.
Lamentablemente Exterminio II es un retroceso en el género. El argumento es tan débil que la película apenas tiene diálogos y se sostiene en la acción: Corren para un lado y aparece un humano infectado, corren para el otro y aparecen infectados nuevos y se llevan en esa harto rato. Lo que al final cansa a los actores que no paran ni a tomar agüita, pobres hombres, y también al público, porque se pierde cualquier tensión al no haber sorpresas.
La recomendación es a exterminar esta película de su panorama y a que se gasten las lucas en arrendar la precuela que está mucho mejor.
Un recado para Don Danny: Sr. si necesita dinero venda su casa, sus parientes, sus órganos, lo que quiera, pero por favor ni se le ocurra pensar en qué va a pasar 28 años después, de verdad que la humanidad no está lista para soportarlo.