Logorama y el Oscar

Entrevista a Hervé de Crécy, uno de los directores de Logorama, película ganadora del Premio de la Academia a Mejor Corto Animado en 2010, quién desde Francia contestó a mis preguntas a los pocos días de recibir el galardón. Publicada en KmCero:

 La marca de Logorama

Hervé de Crécy, uno de los tres directores de Logorama, el corto ganador del Oscar 2010 a Mejor Cortometraje Animado, nos cuenta sobre el origen y desarrollo de esta alocada idea, que de pequeña sólo tiene la extensión.

Es innegable: un Oscar es un tremendo impulso para la carrera de un realizador. Y es en las categorías de cortometraje donde se puede percibir parte del futuro del gran cine. Que Pixar, además de conseguir el Premio de la Academia a Mejor película de animación con Up, también estuviera entre las nominadas a Mejor película del año, es una señal para poner especial atención a los dibujos animados. John Lasseter, el hombre fuerte de esa casa productora, ganó el Oscar a Mejor Cortometraje Animado en 1989 con una historia sobre juguetes llamada Tiny Toy; seis años después estaba estrenando Toy Story. Y esa story, ya no es un juego. En 2010, los ganadores en esta categoría, fueron los muchachos de la productora francesa H5, un equipo de tres realizadores formados como ilustradores y diseñadores gráficos, que hicieron carrera con comerciales, videoclips a bandas como Massive Attack, carátulas de discos y exhibiciones de arte. Hervé de Crécy (36), François Alaux (36) y Ludovic Houplain (40) desarrollaron Logorama. El cortometraje dura 16 minutos y está hecho 100% en base a logotipos. Utilizaron la técnica del rotoscopio, para crear animación a partir de filmaciones reales. El trabajo tomó años; tantos, que Ludovic ya se separó del equipo de directores. Con un montón de reconocimientos en festivales de cine internacional, entre los que está el Premio al Descubrimiento Kodak al Mejor Cortometraje de Animación, en el Festival de Cannes 2009, y por supuesto el Oscar, Hervé de Crécy, contesta a esta entrevista sin slogans.

Hervé de Crécy (a la izq., con lentes) y François Alaux, junto al Oscar por Mejor Cortometraje Animado.

—¿Cómo nació la idea de hacer un corto con logotipos?

—En muchos de nuestros trabajos anteriores, utilizamos la técnica de tomar un lenguaje visual existente y convertirlo en algo diferente. Para el video musical The Child del Dj Alex Gopher, descubrimos que podíamos construir un universo completo y contar una historia, sólo utilizando señales gráficas. El año 2002, la hija de George Harrison, Dhani, nos pidió que pensáramos en un video clip para una canción de su padre en el álbum tributo Brainwashed, que salió después de que él falleció. Escribimos el tratamiento de una historia de tres minutos sobre George, en el estilo de la película Yellow Submarine, que ocurre en un mundo construido completamente de logotipos de marcas reales. Finalmente, no se hizo por problemas de copyright, pero la idea estaba ahí.

—¿Y no tuvieron problemas de copyright con Logorama?

—Antes de los Oscar, sólo habíamos recibido dos e-mails de empresas. El primero fue del encargado de relaciones públicas de Cash Converters, justo antes del Festival de Cannes. Él no había visto la película, pero sí una foto con una vista de la ciudad, en la que reconoció el logo de su compañía. En el correo nos daba las gracias, especificando que la locación que nosotros habíamos elegido para su empresa en la película, estaba acorde con su nueva estrategia de marketing de abrir nuevas tiendas en el corazón de la ciudad. La segunda reacción vino del director de relaciones públicas y marketing del zoológico de Los Angeles, Jason Jacobs, que nos dijo: “Honestamente, si nos hubieran contado de qué trataba este proyecto y hubieran pedido nuestro logo, les habríamos dicho que no. De todas maneras, me gustó mucho cómo incorporaron el mensaje de que los zoológicos ayudan a los animales”. Desde la ceremonia del Oscar, tuvimos muchas reacciones de asombro de las marcas involucradas, como National Geographic o American Family Insurance. A todas les gustó la película y les generó curiosidad por qué habíamos elegido sus marcas por sobre otras. Ningún problema por ahora.

—¿Cuánto se demoraron en hacer el cortometraje?

— Es difícil comparar Logorama con cualquier otra película, en términos de producción. Fue un proceso muy atípico, porque es una cinta económicamente sin sentido. Porque Logorama, era una tarea en paralelo para todos nosotros. No podíamos permitirnos trabajar únicamente en el corto, ¡porque teníamos que ganarnos la vida!, así que lo hicimos mientras al mismo tiempo trabajábamos en comerciales y videos musicales. Lo que nos permitió reinvertir algo del dinero en la película. Empezamos a trabajarlo seriamente el año 2003, pero la producción y animación comenzó en 2006. Lo terminamos justo a tiempo para el Festival de Cannes en mayo de 2009.

—¿Qué quisieron expresar a través de Logorama?

—Quisimos mostrar el mundo tal como es. Muchas personas ven cosas muy diferentes en Logorama y me encanta dejar la puerta abierta a interpretaciones. Incluso recibimos una carta del Presidente Nicolás Sarkozy, en la que nos decía que la película evocaba la fealdad de las áreas libres de impuesto, afuera de las ciudades francesas… Nuestra primera meta era utilizar símbolos fuertes e íconos, y hacer que expresaran algo diferente de lo que inicialmente se pretendía que dijeran. Tomamos los logos como una herencia cultural universal, ya que son parte de nuestro entorno visual desde que nacimos, nosotros sólo queríamos recuperar este patrimonio común. Hay tantos logos, que se puede construir un m
undo completo con ese fantástico material. Otro objetivo era luchar contra nuestra propia autocensura, respecto a las marcas. Lo que se convirtió casi en una ideología. La autocensura es una condición cuando se trabaja en determinados ámbitos, como la publicidad. ¿Cómo puedes criticar a la persona que te alimenta? Sobre esa pregunta, Logorama fue también una manera de que no nos volviéramos esquizofrénicos.

— En el corto, el mundo se hunde cuando una empresa (Mc Donald’s), se sale de control. ¿El planeta se sostiene en marcas que en realidad son frágiles?

— Normalmente, un logo es para comunicar la identidad de una marca, con el propósito final de vender sus productos. En las sociedades que piensan que se han liberado del poder de la religión y las dictaduras, las personas no se dan cuenta de que están frente a otra realidad detrás de los íconos sonrientes que ven todos los días. No hay una crítica en la película, es sólo un reflejo de cómo es el mundo. Pero sí, una de las ideas fuertes era mostrar que la comunicación es una herramienta muy poderosa. Puedes vender petróleo y tener un logo con flores verdes y amarillas. Ese es el truco mágico que usamos en Logorama, pero no para contar una historia feliz y sonriente.

— ¿Por qué eligieron a Ronald McDonald como el malo de la película?

— La idea de utilizar un payaso fue bastante natural, como un tributo a muchas películas, y por supuesto a Batman. Todos los ladrones de bancos y sicópatas usan máscaras de payaso.

— ¿Consideraban una posibilidad real ganar el Oscar al Mejor Cortometraje Animado?

— Era completamente irreal para nosotros, especialmente cuando supimos que estábamos compitiendo con películas como Wallace & Gromit (Ganadores del Premio de la Academia a Mejor Largometraje Animado en 2006). El Oscar es la consagración suprema. Significa mucho, porque es la condensación de todo el tiempo y la energía de las personas involucradas.

— ¿Qué puertas piensas que esto les puede abrir?

— Tendremos que esperar a ver qué pasa en los meses que vienen.

— Pero, ¿ya están armando otros proyectos?

— Con Francoise estamos trabajando en una secuencia de 30 minutos, con actores reales, para una empresa de videojuegos.

— ¿Cómo puede acceder a Logorama el público de Latinoamérica?

— Está repartido por Internet. Pero no de parte nuestra, ya que no nos gusta verlo en baja resolución, después del duro trabajo que fue hacerlo en HD con sonido Dolby 5.1. Así que pronto debiera aparecer una edición en DVD.

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