Publicado en Km Cero.
El hombre aparte
11 de febrero es la fecha en la que Nelson Mandela pasó a ser más que un ser humano y se convirtió en el símbolo de la libertad y la lucha contra la discriminación racial en Sudáfrica, tras ser liberado de la cárcel después de 27 años.
A Nelson Mandela le cuesta caminar. El 18 de Julio de 2009 cumplió 90 años. Habla poco, sonríe y sus reacciones son lentas. ¿Cómo es posible? Eso no le pasa a los símbolos. ¿Cuándo se ha visto que un emblema muestre señales de deterioro o de puro cansancio biológico por el paso (y el peso) de los años? Hace dos décadas, el 11 de febrero de 1990, el líder sudafricano se convirtió en un ícono. Su nombre pasó a ser sinónimo de paz, de unidad y de libertad, pero también dejó atrás a un hombre.
Ese día del segundo mes del año, después de cerca de 10.000 adentro de una celda, fue un momento clave en la memoria colectiva de Sudáfrica y del mundo. Hasta hoy, los sudafricanos se acuerdan exactamente qué estaban haciendo cuando vieron a Mandela alzar uno de sus puños tomado de la mano de su segunda esposa, Winnie Madikizela, mientras salía después de 26 años de encierro, para luego convertirse en Presidente de su país.
En la Fundación que lleva su nombre, para conmemorar la fecha, se acumulan los testimonios de quienes trabajan ahí. La gran mayoría lo vio por la tele, algunos usaron poleras con un Free Mandela estampado; no faltaron los que salieron a festejar, los más jóvenes recuerdan el entusiasmo de sus padres, hay quienes estaban en su sala de clases, otros en la oficina. Todos atentos a la misma imagen.
Los homenajes, películas, reportajes, libros y toda clase de productos culturales, acercan a Nelson Mandela al resto de los seres humanos, pero a su vez crean una coraza en la que se pierde un hombre tan normal como cualquier otro, pero con una vida extraordinaria o más bien con muchas vidas condensadas en una sola. ¿De qué sirve un referente que es imposible imitar? Una de las citas más reproducidas de su tercera esposa, Graça Machel, es: “Quiero al ser humano. Es un símbolo, no un santo”.
Mandela de carne y hueso
Es un hecho, Mandela es sus ideas y sus discursos. Es el primer presidente de piel negra en Sudáfrica que llegó al poder en 1994 con un país dividido en guerras civiles y que hizo de la palabra apartheid un termino que sólo quedó para la historia. Es la foto que aparece en los afiches, es la sonrisa a la cámara, es la figura de camisa holgada con motivos africanos que se baja de un avión de una de las tantas giras diplomáticas que realizó para que su nación se insertara en el esquema mundial, es el que abraza niños, es el Premio Nobel de la Paz (1993) que terminó con la segregación racial en su país y es el que se toma las cosas con calma.
Pero Mandela también es Rolihlahla, ese niño que fue al colegio y que fue rebautizado con el nombre inglés Nelson, elegido por su profesora. Es el que estudió arte y después leyes. El que fue discriminado por el Partido Nacional Sudafricano y su política racial. El que luchó contra la segregación como un defensor de la paz, pero también es el que dudó: el que un día decidió que la única manera de que en Sudáfrica los negros tuvieran las mismas posibilidades que los blancos era a través de las armas. Esa duda es la que le costó ser encarcelado el 12 de junio de 1964 hasta el 11 de febrero de 1990.
Mandela es Madiba, el hombre de su clan que se casó tres veces, el que perdió a dos de sus seis hijos y es también el recluso 466/64 que recitó una y otra vez en prisión los versos del poema Invictus de William Ernest Henley: “Soy el amo de mi destino/soy el capitán de mi alma”. Ahora, Mandela es el que necesita apoyo para caminar, después de que un país se apoyó en él.
Mandela pop
El año 2004, Nelson Mandela decidió dejar la vida pública, haciendo cada vez menos frecuentes sus apariciones en los medios de comunicación. Aún así se ha mantenido presente gracias a sus fundaciones y a las creaciones inspiradas en él.
Hoy en cartelera está Invictus, película dirigida por Clint Eastwood, en la que Morgan Freeman interpreta al presidente sudafricano cuando utilizó el mundial de rugby de 1995 para unir a la población de su país. A su vez, la cinta está basada en libro de no ficción titulado El factor humano, del periodista inglés John Carlin.
Para conocer las obras basadas en Mandela, lo mejor es visitar el sitio de la Nelson Mandela Foundation, quienes mantienen activo un catálogo donde incluso hay cómics inspirados en él. En esta página además se pueden conocer todos los detalles de su biografía, ver sus últimas actividades, como su íntima conmemoración de estos 20 años de libertad, y estar al tanto de las actividades que se están organizando durante el año, como la visita anual de un intelectual destacado, que en 2010 será el escritor chileno Ariel Dorfman. Para esta fecha la Fundación creó especialmente la web 20 Years of Freedom. También otros canales de información sobre Mandela que permiten conocer su obra, son la página de su Fundación que lucha contra el VIH, 46664, y la de Nelson Mandela Children’s Fund que apoya a niños en riesgo social. Y como Chile no podía faltar, tanto Illapu como Quilapayún le han dedicado canciones a este hombre-ícono.