Comentario Discos: “Sólo Resta Sumar” y “La Futura Mirada del Ex Tenista”.

Comentario a Sólo Resta Sumar de El Robot Bajo el Agua y a La Futura Mirada del Ex Tenista de Sebastian Kramer, publicado el 05/01/07 en Super 45:

Richie Tenenbaum era un buen tipo, pero tenía un problema; estaba enamorado de su hermanastra. Sebastián Kramer escribió una canción y se la dedicó a Richie Tenenbaum. Sebastian Kramer no estaba enamorado de su hermanastra, pero si quiere mucho a su hermano Nicolás Kramer. Nicolás Kramer es músico igual que Sebastián, pero no le dedicó una canción a Richie Tenenbaum. Nicolás y Sebastián Kramer formaban parte de la banda argentina Jaime sin Tierra. Sebastián toca la guitarra y Nicolás canta. Nicolás y Sebastián ahora tienen cada uno su propio disco. Y Richie Tenenbaum ahora tiene una canción.
En Sólo Resta Sumar, el disco de El Robot bajo el Agua, banda de Nicolás Kramer, nos enfrentamos a una base electrónica constante, que hace honor al nombre de la agrupación, porque funciona como un ritmo submarino que hila las canciones, lo que corre el riesgo de cansar a melómanos impacientes.
El material toma sin mayores prejuicios elementos kitsch, como sonidos sacados de video juegos, arpas y coros angelicales mezclados con melodías que dialogan con la balada romántica, junto a la particular voz de Nicolás y conforman un conjunto difícil de definir, ya que no queda del todo claro si es que estamos ante un ejercicio de estilo o ante una canción conectada directamente con los sentimientos del artista. Lo mismo ocurre con las letras, en un momento nos enfrentamos a frasecitas lúdicas que se quedan en lo simpático: “El universo es una pista de baile/ y nosotros somos los parlantes”. En otro nos topamos con versos que pecan de melosos: “Sintiendo el perfume de tu flor/ ya no hay demarcación entre la madriguera y el ratón”. Y en otros nos encontramos frente a imágenes potentes: “Si supieras las ganas de abrazarte que tengo/ dejarías a tu novio bailando solo”.
La irregularidad hace del disco un trabajo arriesgado, con canciones que en su mayoría te tendrán tarareando toda la semana, pero entre las que se cuelan piezas que te dejan helado. Es posible que ese sea el espíritu que Nicolás Kramer quiso darle a su trabajo; ya en la portada del disco vemos una combinación de objetos disímiles en un patio que puede ser la vida misma, al que sólo resta sumarle más, pese a sus contradicciones, como un robot bajo el agua.
Sebastián Kramer que colaboró como guitarrista en el disco de Nicolás, presenta una placa más rockera e introspectiva. La Futura Mirada del ex Tenista, canción que da nombre al disco y que está dedicada al ilustre personaje de The Royal Tenenbaums, es una pieza melancólica en primera persona, que te transporta a una tarde de lluvia donde lo único que vale la pena es dejar todo botado y respirar, nada más, respirar.
Esa melancolía le da el tono a la atmósfera que atraviesa todos los tracks, en un relato pausado, traumado y doloroso, de lo que pasó cuando un amor se acabó: “Aquí voy de nuevo/ Completamente solo/ Complejamente enfermo/ Prácticamente neutro”. El trabajo es el soundtrack perfecto si terminaste hace poco con tu novia. Un soundtrack que formará parte de la película argentina Capital, del director Augusto González Polo.
La guitarra cobra importancia en un álbum en el que bajo y batería son complementos cuidadosamente medidos, junto a algunas bases electrónicas quisquillosas que le dan un toque moderno y de sensaciones urbanas, a un disco que puedes descargar completo en extenista.blogspot.com.
Probablemente estas canciones, también son el soundtrack personal de Richie Tenenbaum que, parado en la mitad de la cancha de tenis, sin nadie a su alrededor, con su cabeza rapada, recuerda ese maldito día en que intentó suicidarse. Comienza a anochecer, la vincha, la raqueta y las muñequeras, están tiradas en el suelo, Richie parafrasea: “Hay mañanas/ que parecen lavarlo todo/ Pero igual/ Después llega la noche/ A traerme mis miedos ”. Solo, completamente solo.

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